DISTANCIA
Distancia... una palabra distante, que asusta,
que siente,
porque para sentir distancia... hay que sentir,
el distante instante con que encendiste el mechero que te aterra,
el incróspito silencio con el que te acercas, con el que llegas a mi,
vestida y desvestida.
Distancia es sentirte... cercana a mi piel, a mis pensamientos,
es sucumbir... en una fuente inagotable de insatisfechos deseos,
reprimidos en la oscuridad... de la lentitud de los conformismos,
es saber que estás sin estarlo, es seguir teniendo fe en lo que vendrá.
Distancia es la kilométrica medición entre dos puntos lejanos,
es la linea que nos une y que mide cada uno de nuestros pasos,
es tenerte entre esa linea recta, el pasar de nuestros sueños,
el inmenso recorrido de nuestros besos, es flotar entre nubes... sintiendo.
Distancia sigue siendo el estrecho espacio con el que te acercas,
con el que me cantas tus mágicos y suaves sentimientos,
el susurrar al oído las palabras adecuadas encendidas de pasión,
el deseo desmedido, sabia necesidad de olfatear a la flor enamorada, electrizada.
Distancia es vivir sin temor a la lejanía es saber, que también vives,
vives en mi como yo de ti... y sueñas y cantas... y sonríes, y lloras,
lamentando no poder limitar esa distancia es volarte,
llevarte hasta donde la vida y la distancia se borren en la unión...
En la unión de nuestras almas...
Igor Canabal Illescas.
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