MEDIA NOCHE
Media noche casi, marcaban los relojes,
una hora sin horas, sin tiempo, que iba o venía,
no lo sé, abrumada estaba cuando le conocí, golpeada del alma le encontré,
con sonrisas hurtadas y un corazón sepia así le hallé.
Cuando él venía, ya estaba yo aquí,
esperándole para tomarme, en ése poema
pretendiendo ser amor,
él, el alba y yo...
Acercándome le ofrecí ser amada,
mis pulsaciones escuchó, tomó mi mano;
días han pasado, de unión concreta,
de amor sublime y devoción manifiesta.
Consolidando el tiempo en un solo sentimiento
vistiendome de mil estrellas,
esperando juntos los días por venir,
dibujando acuarelas a través de sus ojos
y llevando en ellos, mis puestas de sol.
Ardiendo su caligrafía en mi desnudo corazón
y un presagio de lunas que a su lado perduran
devolviéndome las sonrisas que el otoño me robó.
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