MAREA
Es verdad que subió el mar a eliminar caracolas de todos los sitios en la arena plana Es verdad que el amor se acerca sin aviso y toda guardia la fulmina, pero yo cubrí mis labios, no me visitó Continué campante, por esta senda de aridez que se alinea con todos los tiempos, sencillos, agrestes, afilados Desapercibida mi efigie está intacta, sin rasguño en la quietud de esta solitaria premonición de amor. LR ©